- “Cerca de un centenar de activistas se desnudaron y se derramaron pintura roja por encima en la plaza Sant Jaume de Barcelona para protestar contra la industria peletera y concienciar a los ciudadanos sobre el número de animales que son necesarios para confeccionar un sólo abrigo de piel” (titular de la agencia EFE).
- “Un grupo de activistas vuelve a echar el freno en trenes del Metro en hora punto contra el 'tarifazo' “(Titular del diario 20 Minutos)
Estos dos titulares nos ayudan a comprender qué es el activismo: un concepto que sirve para definir los hechos que algunas personas realizan con el propósito de cambiar una situación social injusta.
Cuando son los medios de comunicación los que usan la palabra, suelen interpretarla como manifestante o participante en un acto de protesta.
Las autoridades van más allá y la suelen vincular con el término "antisistema", "radical", "alborotador". En el ámbito académico se considera sinónimo de militancia.
Para la web “Mujer y Palabra”, ser activista es ser alguien que esté donde esté, haga lo que haga, no puede evitar pensar en la gente, en la sociedad, o sea, en alguien más que ella/él o sus seres queridos...
Ser activista es ser alguien que no acepta ni con su pensamiento, ni con sus palabras, ni con sus acciones, el absolutismo de la idea de que se haga lo que se haga, todo da igual.
La dificultad mayor para el activismo de respuesta, de defensa frente al abuso, está en conseguir movilizar al mayor número de personas posible. La dificultad mayor para el activismo transformador es la de no descuidar las maneras de hacer las cosas.
En la mayoría de los escenarios de las revueltas árabes, las fuerzas de seguridad están reprimiendo todo tipo de protesta. Este es uno de los mayores retos de los activistas árabes: hallar modos de resistencia frente a la brutalidad que a menudo ejercen las fuerzas de seguridad. Vencer el miedo. Su caso es el extremo exagerado de un desafío que ocupa y preocupa en mayor o menor medida al 15-M o al movimiento Occupy de Nueva York.
Los activistas y personas que trabajan para conseguir los derechos humanos básicos y unas condiciones mínimas de vida digna (libertad de expresión, derechos, igualdad, represión...) son criminalizados por parte de los gobiernos y perseguidos por su brazo ejecutor (el cuerpo de seguridad del estado, policía, antidisturbios...).
Amnistía Internacional ha presentado varias veces informes sobre la tortura que hacen referencia a las cárceles del estado español. Estas torturas se ejercen en la mayoría de los casos a personas con una ideología política concreta.
http://www.es.amnesty.org/paises/espana/tortura-y-malos-tratos/
Para ser activista de Amnistía Internacional sólo hace falta tener la convicción de que los derechos humanos están por encima de todo.
Sabías que el SAT (Sindicato Andaluz de Trabajadores) tiene a más de 350 activistas imputados y multas que ascienden a los 400.000 euros.
http://www.20minutos.es/noticia/1030565/0/
http://www.sindicatoandaluz.org/?q=node/730
Y que existen ficheros ideológicos de activistas
http://www.17demarzo.org/?q=node/34
Te recomendamos que veas el programa “Metrópolis” de TVE que aborda el Arte y el Activismo social, experiencias situadas a medio camino entre el arte y el activismo social. http://www.rtve.es/television/20100219/arte-activismo/318935.shtml
Activista de los Derechos Humanos con Amnistía Internacional http://www.es.amnesty.org/voluntariado/como-ser-super-a/
Greenpeace es una asociación ecologista que también fomenta el activismo, en este caso el ciberactivismo. Ser ciberactivista es movilizarse activamente en la defensa de la Tierra desde un ordenador. Para Greenpeace, “tu firma es una valiosa herramienta para la lucha por el medio ambiente, y con miles de ellas hemos conseguido paliar algunas de las agresiones más graves contra nuestro planeta”. http://www.greenpeace.org/espana/es/Que-puedes-hacer-tu/Ser-ciberactivista/
Hazte activista http://www.igualdadanimal.org/colabora/hazte-activista.php